Bañarse en el mar no supone un mayor riesgo de infecciones, aunque debe tenerse especial atención a los erizos, medusas y traumatismos con coral. Por ello se recomienda en dichas circunstancias ir adecuadamente preparado (calzado, vestimenta).
Las piscinas del hotel son seguras, siempre que estén correctamente cloradas. Por lo tanto no implican riesgo de enfermedades transmisibles.
No se bañe en agua dulce (ríos, lagos, cascadas) sobretodo si el agua está estancada o remansada dado que pueden haber bacterias o parásitos capaces de tarspasar la piel y generarnos infecciones agudas y/o crónicas.